Entrevista a Antonio Novillo, Especialista SAT en Alfred Smart

Antonio lleva poco más de un año en Alfred Smart, pero en ese tiempo ya ha dejado claro que energía y actitud no le faltan. Como parte del equipo de SAT, su día a día transcurre entre routers, configuraciones, walkie talkies y clientes que descubren, gracias a él, todo lo que su casa o edificio puede hacer.
Es de los que madrugan sin problema, solucionan sobre la marcha y siempre tienen una risa preparada, incluso en plena puesta en marcha. En su mochila nunca falta un router (o dos, o incluso tres) y si pudiera pedir un superpoder, lo tiene claro: el teletransporte, para plantarse en cada proyecto en un abrir y cerrar de ojos.
Fuera del trabajo, Antonio sueña con comprarse una autocaravana y recorrer el mundo teletrabajando. Mientras tanto, sigue sumando experiencias, proyectos entregados y momentos de esos que hacen equipo de verdad.
¿Te apetece descubrir su historia? Sigue leyendo.
1. ¡Hola Antonio! Para empezar, cuéntanos un poco sobre ti: ¿cómo llegaste a Alfred y qué fue lo que más te llamó la atención al entrar?
Descubrí Alfred por LinkedIn y enseguida me llamó la atención el tipo de proyectos que tenían. Me gustó que estuvieran metidos de lleno en el mundo del IoT, que es desde donde quiero construir toda mi carrera.
Cuando vi la oportunidad, tuve claro que quería formar parte. Después de contactar, hablé primero con Anna y luego con Xavi, mi responsable. Todo fue bastante rápido, y en dos semanas ya estaba dentro.
Desde el primer momento sentí que iba a ser un sitio donde podría aprender mucho: trabajando con tecnología real, sistemas propios y proyectos que te obligan a buscar, probar y seguir creciendo.
2. Trabajas en el equipo de Support SAT. Para quienes no conocen bien vuestro día a día, ¿cómo describirías lo que hacéis? ¿Cómo es un día típico para ti?
En SAT —que es el Servicio de Asistencia Técnica de Alfred— somos los que nos encargamos de poner en marcha todo lo que se ha instalado en una obra.
En mi día a día configuro dispositivos, reviso que todo funcione como debe y, si hace falta, soluciono cualquier incidencia que pueda surgir antes de entregar el proyecto al cliente. Y además de dejarlo todo funcionando, también explicamos a los usuarios cómo usar la app de Alfred: accesos, persianas, climatización, escenas inteligentes… Hay un montón de posibilidades que muchos clientes ni sabían que tenían.
3. ¿Qué diferencias encuentras entre trabajar en proyectos grandes y en proyectos más pequeños?
Los proyectos pequeños suelen ser más dinámicos: en uno o dos días puedes configurarlo todo, entregarlo y ver el proyecto completo funcionando. En los proyectos grandes, como edificios de viviendas, el trabajo es más repetitivo porque tienes que hacer las mismas comprobaciones una vivienda tras otra.
Cada tipo de proyecto tiene su reto: en uno puede importar mucho la rapidez y la versatilidad, y en otro la constancia y el control de los detalles.
4. ¿Cómo es el trabajo en equipo dentro de SAT?
Muy bueno, y eso marca la diferencia. Aunque cada uno tenga su zona de trabajo, estamos siempre conectados. Saber que cuentas con tu equipo, que están ahí para ayudarte sin que tengas que pedirlo, cambia completamente la forma de trabajar.
«Saber que cuentas con tu equipo, que están ahí para ayudarte sin que tengas que pedirlo, cambia completamente la forma de trabajar.»
Entre nosotros, nos conocemos bien, nos entendemos rápido y eso hace que todo funcione mejor.

5. Aunque trabajas desde la oficina de Madrid, formas parte de un equipo que colabora con muchos otros. ¿Cómo llevas esa conexión a distancia con el resto de departamentos?
En SAT trabajamos de forma bastante independiente. Además de encargarnos de las puestas en marcha, también nos implicamos en configuraciones más avanzadas e incluso en formaciones a clientes. Y realmente, estamos encantados de involucrarnos en todo eso, porque es lo que nos ha permitido aprender muchísimo.
Con el equipo de Soporte tenemos contacto puntual: revisamos las configuraciones que nos pasan y, si surge algún problema técnico, lo consultamos con ellos, aunque normalmente resolvemos directamente.
Con Xavi, nuestro head, tenemos una reunión semanal para alinear temas, y siempre sabemos que está disponible cuando lo necesitamos.
Y con el equipo de Operaciones la relación es más directa: nos asignan proyectos y les comunicamos cualquier cambio o incidencia relacionada con el cliente.
Al final, en SAT trabajamos de forma bastante autónoma, buscando soluciones, resolviendo sobre la marcha y asegurándonos de que cada proyecto salga adelante. Eso nos ha permitido crecer mucho, tanto a nivel técnico como profesional.
6. Tú y tu equipo sois muchas veces la cara visible de Alfred. ¿Qué es lo más importante a la hora de representar a la empresa de cara al cliente final?
Cuando estás en casa del cliente o en sus oficinas, eres su referencia de la empresa. Hay que transmitir tranquilidad, explicar de forma sencilla, resolver dudas… y, si se puede, sorprenderles. Y es que la mejor manera de representar a Alfred, al final, es haciendo bien nuestro trabajo: que todo quede bien, que todo funcione.
«La mejor manera de representar a Alfred, al final, es haciendo bien nuestro trabajo: que todo quede bien, que todo funcione.»
Muchas veces, también aprovecho para enseñarles todo el potencial que tienen a su alcance: abrir el garaje desde el móvil, crear escenas automáticas, programar persianas… Les descubres un mundo de posibilidades que no sabían ni que tenían, y ver su reacción es de lo más satisfactorio (risas).
7. ¿Recuerdas algún proyecto que haya salido especialmente bien?
Sí, uno de los proyectos que más me ha dejado buena sensación fue una puesta en marcha en unas oficinas. Todo salió como estaba previsto: los dispositivos, las configuraciones, la entrega… y el cliente quedó muy contento. Son esos días en los que ves que todo el esfuerzo merece la pena.
8. ¿Y alguna situación donde tuviste que improvisar para salir adelante?
En el proyecto de Getafe tuvimos que buscar una solución porque la forma tradicional de configurar cada dispositivo uno a uno, piso por piso, era inviable. Investigando y tirando de ingenio, encontramos la manera de hacer cargas masivas de archivos en los gateways, y eso nos ahorró muchísimo tiempo. Además, como había problemas de cobertura, montamos un router 4G en la azotea y tiramos la conectividad desde allí. Al final conseguimos que todo funcionara mejor de lo esperado, y nos ahorramos semanas de trabajo.
9. ¿Qué es lo que más valoras de tu trabajo?
Que cada día es diferente. No hay rutina: siempre estás resolviendo algo, aprendiendo algo nuevo o enfrentándote a un reto que no esperabas. Y también el equipo: saber que siempre hay alguien que te cubre la espalda hace que todo sea más fácil.
10. ¿Qué perfil crees que encaja mejor en un equipo como el de SAT?
Alguien curioso con entusiasmo, que tenga interés real por la tecnología y que no le asuste improvisar. Es importante ser resolutivo, tener buenas habilidades para tratar con la gente, y saber explicar las cosas técnicas de forma sencilla. En resumen, alguien que sea un friki tecnológico con habilidades comunicativas (risas).
Si te gustan los retos, moverte mucho y aprender todo el rato, este es tu sitio.
11. Y para cerrar: ¿qué te motiva cada día a dar lo mejor en tu trabajo?
Me motiva trabajar en una empresa como Alfred, donde sé que estoy creciendo en el mundo del IoT y donde cada proyecto te enseña algo nuevo. Y, sobre todo, trabajar rodeado de gente que tiene tantas ganas de hacer las cosas bien como tú. Eso se nota y empuja a dar siempre el 100%.
Y hasta aquí la entrevista con Antonio, del equipo de Support SAT, a quien puedes encontrar entre configuraciones, pruebas y explicaciones, siempre asegurándose de que cada puerta se abra, cada persiana responda y cada espacio cobre vida tal y como estaba pensado.
Ahora sabemos que su día a día no solo implica tecnología: implica traducirla, adaptarla y hacer que funcione de verdad para cada cliente.
Gracias, Antonio, por tu energía, tu ingenio y por hacer que cada proyecto deje la mejor impresión posible.